La dimisión de María Pan como alcaldesa de Cambre no es un hecho aislado, sino el último capítulo de una crisis política y administrativa que arrastra el municipio desde hace años. Su renuncia, formalizada ayer, abre un complejo escenario en el que las opciones para su sucesión son múltiples, pero ninguna exenta de dificultades.
Una renuncia anunciada
María Pan, número dos de Unión por Cambre (UxC), ya había adelantado su decisión días atrás, pero fue ayer cuando la hizo oficial. Sin embargo, su salida no resuelve los problemas de fondo: una gestión municipal marcada por los reparos administrativos, la falta de acuerdos y las acusaciones cruzadas entre gobierno y oposición.
Su llegada a la alcaldía en 2024 no fue el inicio de una nueva etapa, sino la continuación del mandato de Óscar García Patiño, quien, tras dejar el cargo, pasó a ejercer como asesor. Este movimiento reforzó la percepción de que el exalcalde de UxC sigue gobernando desde la sombra, con Pan como figura interpuesta.
El conflicto: gestión vs. fiscalización
El principal escollo en Cambre ha sido la tensión entre el gobierno y los servicios técnicos. Desde UxC se acusa a las funcionarias habilitadas —Secretaría e Intervención— de bloquear pagos y proyectos con sus reparos. Sin embargo, estas figuras actúan dentro del marco legal, y su labor es garantizar que la administración cumpla la ley.
La alcaldesa tenía la potestad de levantar esos reparos, asumiendo la responsabilidad política y jurídica de sus decisiones. Pero, en lugar de buscar soluciones consensuadas, el gobierno ha optado por culpar a la oposición de no respaldar sus propuestas, especialmente en el reconocimiento de deudas generadas por una gestión cuestionable.
Además, según fuentes cercanas a este medio, la situación financiera del Concello podría estar bajo escrutinio de la fiscalía, lo que añadiría mayor gravedad al escenario.
El rompecabezas político: ¿quién gobernará Cambre?
El pleno de Cambre está fracturado: UxC (7), PP (5), PSdeG (4), BNG (3) y Alternativa Veciñal (AV) (2) fue el resultado de las elecciones de mayo de 2023, actualmente una concejala no adscrita (ex-PP). Para elegir alcalde se necesitan 11 votos, una mayoría inalcanzable sin pactos entre fuerzas antagónicas.
Las opciones:
- UxC mantiene el poder: Si presenta candidato (probablemente Dani Mallo, siguiente en la lista), volvería a la alcaldía por ser la fuerza más votada, aunque seguiría gobernando en minoría. La renuncia de Pan podría ser una estrategia para forzar a la oposición a asumir responsabilidades o quedar como obstruccionista.
- El PP, segunda fuerza: Solo accedería si UxC no presenta candidatura y nadie logra 11 votos.
- Un acuerdo anti-PP: Una coalición entre PSdeG, BNG y AV (9 votos) necesitaría sumar a la no adscrita y a algún voto de UxC, un escenario casi imposible.
¿Cortina de humo o cambio real?
Muchos vecinos sospechan que esta crisis es un teatro político para ocultar la parálisis municipal. Si UxC sigue al frente, con o sin Pan, la sombra de García Patiño seguirá presente. La oposición, por su parte, no ha mostrado unidad para ofrecer una alternativa sólida.
Mientras, Cambre sigue sumido en una maraña burocrática que perjudica a sus ciudadanos. La pregunta ahora es si esta renuncia es el inicio de un cambio o simplemente otro movimiento más en un juego de poder que parece no tener fin.