El humorísta
Parece que el barrio de Sardiñeira se ha convertido en el plató de un concurso televisivo improvisado, donde los concejales del gobierno de Inés Rey compiten por el título de “Mejor Desorganizador del Año”. Los vecinos, mientras tanto, hacen de público involuntario, dando vueltas en coche sin saber si están en un atasco o en una prueba de resistencia.
Noemí Díaz y su “Saber y Ganar” vial
La concejala de Movilidad, Noemí Díaz, ha decidido que la mejor forma de enseñar educación vial es convirtiendo las calles de Sardiñeira en un concurso de preguntas y respuestas. ¿Sabrán los vecinos encontrar la salida del laberinto de desvíos? ¿O acabarán dando vueltas como en una noria sin fin? Lo que está claro es que las 48 horas de aviso previo para cambios de señalización han quedado en el olvido, igual que el sentido común.
Monserrat Paz Romero y su silencio de oro
Por su parte, Monserrat Paz Romero, concejala del distrito, ha optado por el estilo “Pasapalabra”: cuanto menos hables, más puntos sumas. Su silencio ante las quejas de los vecinos es tan elocuente que podría ganar un Óscar al mejor papel secundario en una comedia de enredos. Mientras los coches dan vueltas y vueltas, ella parece estar en su propio mundo, esperando que alguien le dé la letra correcta para salir del atolladero.
Manuel Vázquez y su “Gran Prix” urbano
El concejal de Deportes, Manuel Vázquez, ha visto en este caos vial una oportunidad única para promover el cardio extremo. ¿Quién necesita un gimnasio cuando puedes pasarte horas al volante, intentando salir de Sardiñeira? Su propuesta: convertir el barrio en un circuito de Fórmula 1, donde el ganador es el que logra llegar a casa antes de que anochezca. Eso sí, sin chocar con los conos ni perderse en los desvíos.
Borrego y su “Semáforo” educativo
El concejal de Educación, Borrego, ha decidido que este es el momento perfecto para impartir una lección magistral de educación vial. Con su concurso “El Semáforo”, enseña a los vecinos a distinguir entre el rojo, el amarillo y el verde, aunque en Sardiñeira parece que solo hay un color: el gris del asfalto y la desesperación.
Yoya Neira y su “Supervivientes” medioambiental
La concejala de Medioambiente, Yoya Neira, ha encontrado en este caos una oportunidad única para concienciar sobre la contaminación. Con su concurso “Supervivientes”, demuestra que los coches atrapados en el laberinto de Sardiñeira son una metáfora perfecta de la crisis climática: todos dan vueltas, pero nadie sabe cómo salir. ¿Podrán los vecinos sobrevivir a los niveles de CO2 mientras buscan una salida?
Inés Rey y su “Lluvia de Estrellas” municipal
La alcaldesa, Inés Rey, prefiere mantenerse al margen de este reality show, delegando en su mano derecha, Lage Tuñas, quien parece estar más interesado en concursar en “¿Quién quiere ser millonario?” que en resolver los problemas de movilidad. Mientras tanto, los vecinos siguen atrapados en su propio episodio de “Perdidos en la Ciudad”.
Improvisación y desorientación
Lo que empezó como unas simples obras en la zona de Sardiñeira se ha convertido en un espectáculo digno de prime time. Los concejales compiten por el título de “Mejor Improvisador”, mientras los vecinos se preguntan si algún día volverán a ver una calle sin conos ni desvíos. Por ahora, el único premio que se llevan es una buena dosis de paciencia y un máster en orientación urbana.
Mientras tanto, el barrio de Sardiñeira sigue siendo el escenario de este reality show, donde la única regla es no tener reglas. ¿Quién ganará? Nadie lo sabe, pero lo que está claro es que los vecinos ya están cansados de ser los concursantes involuntarios de este laberinto sin salida.