Si miramos la clasificación y sobre todo los resultados de los partidos de Riazor quizás nos sorprenderán las palabras que vienen a continuación, no obstante al fin y al cabo los números están para eso en el fútbol en muchas ocasiones, engañar.
El último empate a cero en Riazor deja un sabor agridulce solamente por no haber podido sumar los tres. Un partido sobresaliente de muchos de los jugadores del conjunto de Idiakez que se vieron mermados durante buena parte del partido al quedarse con 10 tras la expulsión de Lucas Pérez. Cierta expulsión que en vez de hacer mella en el conjunto blanquiazul propició más bien todo lo contrario y arengó a publico y a este depor mas competitivo.
Un equipo valiente con una identidad y verticalidad que hacía tiempo que no se veía en Riazor desde que vagamos por el desierto de la semiprofesionalidad. Una defensa seria y con capacidad para aportar en ataque, un José Ángel espectacular , dibujando pases y unos medias puntas que trabajaron hasta la extenuidad y que pusieron en apuros a un Teruel ultra defensivo que fue incapaz casi de hacer cosquillas a un Parreño que poco no intervino a nivel de paradas.
Es una pena que los dos partidos en casa se hayan saldado con sendos empates, totalmente inmerecidos, no obstante la pena es menor cuando los brotes verdes van aflorando cada vez más, cuando el equipo es capaz de dar una buena versión viendo la tempestad que se atisbaba durante la pretemporada y cuando se ve un juego fluido, alegre y atractivo. Que las no victorias no nublen las buenas sensaciones y que estas sigan prolongándose y transformándose en más puntos. Este Depor va por el buen camino.