Los agentes culturales consultados por esta redacción, están preocupados ante los continuos vaivenes que sufren las políticas culturales de la ciudad. Nos comentan que la alcaldía debe asumir de verdad la gestión cultural, ya que necesitan un apoyo eficaz de cara a la organización del propio IMCE y que haya una apuesta clara por las compañías y los creadores de la ciudad.
En dos años hemos tenido tres interlocutores, vamos por el cuarto. Y cada vez que llega uno, volvemos a empezar, reuniones para explicar como esta el sector y que apoyo necesitamos. Cada vez tenemos que repetir lo mismo. Además estamos en un momento de crisis, donde la concejalía debería de ser el motor que mueva el sector cultural. Estamos viendo como desaparecen pequeñas empresas culturales y proyectos que serán difícil de recuperar, afirman.
Una preocupación que tienen los agentes culturales de la ciudad, pero también los funcionarios de la propia concejalía de cultura, y organismos del propio concello, como la Banda Municipal de Música. Creen que esta situación de continuo cambio no ayuda a consolidar ningún proyecto cultural de ciudad.
Nos comentan que los problemas comenzaron desde el principio de la legislatura. Cuando se pretendió que el presidente del IMCE fuera la concejala de Fiestas, cuando los estatutos de este órgano municipal marcan que el presidente del IMCE debe ser el concejal de Cultura.
Otros colectivos culturales nos explican que lo que ha pasado con la cultura en este tiempo es que ha habido muchísimos cambios de persona, lo que ha producido en el sistema una dicotomía por el conflicto entre el IMCE y la dirección de área de cultura.
El sector lo que ha vivido es una variedad de cambios en las que hemos tenido que explicar cuatro veces en dos años; quiénes somos porqué estamos ahí. Nos hemos encontrado con tres tipos de políticas diferentes, y una variedad de cambios que no ayudan nada al sector en estos momentos de crisis. Lo que está creando una inestabilidad en el mundo cultural de la ciudad.
