El incumplimiento de la Ley Reguladora de Haciendas Locales y la falta de trasparencia, protagonistas de las negociaciones presupuestarias.
Probablemente los plenos más importantes de las corporaciones locales son aquellos en los que se lleva a cabo la aprobación inicial y definitiva de sus presupuestos anuales. Aunque en el pasado mandato del PSdeG-PSOE solamente se aprobaron dos presupuestos en cuatro años y ninguno de ellos en plazo, la muestra de una buena gestión pasa por la aprobación anual y en plazo de cada uno de los ejercicios económicos. El socio preferente en ese periodo fue la desaparecida Marea Atlántica, fuerza que gobernó el periodo 2015-2019 y tampoco aprobó ningún presupuesto cumpliendo los plazos establecidos.
En esta ocasión, Inés Rey tendrá que buscar una alianza con los nacionalistas del Bloque Nacionalista Galego para sacar adelante las cuentas municipales. Los líderes del PSOE y del BNG, Lage Tuñas y Francisco Jorquera, son los encargados de dirigir las negociaciones de los presupuestos para 2024. Las declaraciones que hacen estos dos concejales sobre la evolución del proceso vaticinan un final feliz, aunque los incumplimientos del pacto de investidura trufan de desconfianza la relación entre ambas fuerzas políticas.
Inés Rey anunció que también negociaría las cuentas con el Partido Popular, pero hasta el momento las conversaciones al respecto entre socialistas y populares brillan por su ausencia.
La elaboración de los presupuestos municipales viene definido en el RD 2/2004, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Reguladora de Haciendas Locales (TRLHL). Concretamente su artículo 168.4 dice: “Sobre la base de los presupuestos y estados de previsión a que se refieren los apartados anteriores, el presidente de la entidad formará el presupuesto general y lo remitirá, informado por la Intervención y con los anexos y documentación complementaria detallados en el apartado 1 del artículo 166 y en el presente artículo, al Pleno de la corporación antes del día 15 de octubre para su aprobación, enmienda o devolución.”
Esta fecha está más que superada y todavía no fueron presentados al pleno. También hace referencia a que los organismos autónomos y sociedades mercantiles del ayuntamiento, deberían tener presentados sus presupuestos antes del día 15 de septiembre.
El continuo incumplimiento de los plazos y otras normativas por parte de los miembros de este gobierno no nos sorprende, pero sí nos llaman mucho la atención los mensajes que nos hacen llegar aludiendo a la necesaria discreción para que las negociaciones lleguen a buen puerto. Este falso paternalismo, realmente es una demostración clara de la habitual falta de transparencia del gobierno de Inés Rey.