El aeropuerto de Alvedro ha vuelto a registrar cifras negativas en octubre de 2024, con una caída del 6,1% en pasajeros en comparación con el mismo mes del año pasado. Los datos, además, son un 15% menores a los de octubre de 2019, antes de la pandemia, reflejando una tendencia preocupante que no parece mejorar. En el acumulado anual, el aeropuerto coruñés ya ha perdido un 2% respecto a 2023 y un 10% en comparación con 2019. Esta racha de siete meses consecutivos de descensos ha llevado a muchos a cuestionar la gestión política detrás de la situación, especialmente en un contexto en el que el turismo y la conectividad son estratégicos para el desarrollo de la ciudad.
Octubre cierra en negativo y mantiene la tendencia a la baja
Los números de octubre reflejan la dificultad que atraviesa el aeropuerto de A Coruña para recuperar el pulso de años anteriores. Frente a un crecimiento que se esperaba después de la recuperación post-COVID, Alvedro ha perdido una considerable cuota de pasajeros, un descenso que es más notable si se compara con octubre de 2019, un año que se toma como referencia de normalidad.
El acumulado anual muestra también una tendencia a la baja que genera dudas sobre el futuro del aeropuerto y su rol como puerta de entrada a A Coruña. Los descensos del 2% respecto a 2023 y del 10% en relación a 2019 son un claro indicador de que la situación no es meramente coyuntural. Tras siete meses consecutivos en números rojos, Alvedro está en una senda descendente que preocupa tanto a los usuarios como a los sectores económicos de la región.
Descabezamiento del consorcio de turismo y falta de interés político
Uno de los elementos más debatidos respecto a la situación de Alvedro es la falta de liderazgo en el Consorcio de Turismo, un organismo clave en la promoción del aeropuerto y la captación de nuevas rutas y conexiones. La salida de su anterior director ha dejado un vacío en un momento crítico, en el que la competencia por captar pasajeros es cada vez mayor. La falta de interés en ocupar esta posición se percibe como un reflejo de la ausencia de una estrategia sólida para el crecimiento y la recuperación del aeropuerto.
Además, el concejal Gonzalo Castro, responsable de la cartera de movilidad, ha sido criticado por su postura optimista en relación con la situación de Alvedro, a pesar de los continuos descensos en el tráfico de pasajeros. Castro ha defendido en varias ocasiones la “buena senda” del aeropuerto, minimizando el impacto de las cifras y asegurando que las actuaciones del Ayuntamiento están encaminadas a mejorar la conectividad y la captación de usuarios. Sin embargo, estas declaraciones contrastan con la realidad de un Alvedro que, mes tras mes, continúa en caída libre.
Consecuencias económicas para A Coruña y su entorno
La situación de Alvedro no solo afecta a los usuarios que dependen del aeropuerto para sus desplazamientos, sino también a la economía de la región. Menos pasajeros significa menos actividad económica, tanto en el propio aeropuerto como en los sectores turísticos y comerciales que dependen en gran medida del flujo de visitantes. Alvedro juega un papel fundamental en la conexión de A Coruña con otras ciudades y en la atracción de turistas y profesionales, por lo que su pérdida de competitividad impacta directamente en el desarrollo económico local.
El sector turístico ha sido uno de los más afectados, y la falta de un plan sólido para revertir esta situación hace que muchos agentes del sector vean con preocupación el futuro de la conectividad aérea en la región. Mientras otros aeropuertos cercanos han logrado recuperar sus niveles de pasajeros e incluso aumentar su oferta de destinos, Alvedro se encuentra estancado, lo que podría llevar a una pérdida de oportunidades en un sector que es clave para la ciudad y su entorno.
La necesidad de un plan estratégico de recuperación
A medida que Alvedro continúa en caída, crece la demanda por parte de ciudadanos y sectores económicos para que se tomen medidas que permitan reactivar la conectividad del aeropuerto y frenar la pérdida de pasajeros. Una solución podría pasar por reforzar el consorcio de turismo, dotándolo de recursos y liderazgo para impulsar una estrategia de captación de nuevas rutas y atraer a aerolíneas que mejoren la oferta de destinos y frecuencias. Además, es imprescindible un compromiso firme por parte de las autoridades locales y autonómicas para priorizar la recuperación de Alvedro, colaborando con organismos de promoción turística y con el sector empresarial.