El portavoz popular critica la gestión de Lage e Inés Rey: «Presentan un expediente lleno de errores y saben que no resolverá el problema»
Ante la crisis de vivienda que afecta a la ciudad, el portavoz del Partido Popular, Miguel Lorenzo, ha presentado una serie de medidas concretas para poner en el mercado las cerca de 30.000 viviendas vacías que existen en el municipio. Frente a la propuesta del gobierno local de declarar la ciudad como Zona Tensionada –una medida impulsada por el BNG y respaldada por el alcalde Lage y la concejala Inés Rey–, Lorenzo advierte: «No solucionará el problema, lo agravará».
Medidas reales vs. soluciones populistas
Lorenzo señala que la declaración de Zona Tensionada, aplicada hasta ahora solo en Cataluña, ha tenido un efecto contrario al deseado:
- Reducción del 20% en contratos de alquiler en un año.
- Menos oferta en el mercado, debido a la desconfianza de los propietarios.
«En lugar de copiar un modelo fracasado, debemos tomar medidas efectivas», afirma. Entre sus propuestas destacan:
- Aumentar y ejecutar las ayudas a la rehabilitación
- En 2023, solo se ejecutaron 26.500 € de 1,2 millones presupuestados.
- «No basta con anunciar subvenciones, hay que hacerlas llegar».
- Agilizar las licencias municipales
- «Los trámites no pueden tardar un año; eso ahoga la inversión y frena la puesta en marcha de viviendas».
- Dar seguridad jurídica a los propietarios
- «La actual Ley de Vivienda genera inseguridad. Muchos dueños prefieren no alquilar antes que enfrentarse a litigios o rentas forzosas».
Un expediente lleno de errores
Lorenzo también critica la forma en que el gobierno local ha gestionado la solicitud de Zona Tensionada:
- Datos incorrectos: Cifras erróneas sobre vivienda pública.
- Documentación sin firmar y alegaciones no respondidas.
- Falta de estudios económicos: No hay estimación real del impacto en los precios.
«Lage e Inés Rey saben que no es la solución, pero como son rehenes del BNG, aprueban una petición llena de defectos», denuncia.
Menos ideología, más soluciones
Mientras el gobierno autonómico ya ha exigido correcciones en la documentación, Lorenzo insiste en que «declarar la Zona Tensionada no es una panacea, sino un riesgo».
«Si queremos más viviendas en alquiler, necesitamos facilitar, no asustar a los propietarios. Las medidas reales pasan por rehabilitación, agilidad administrativa y un marco legal claro», concluye.
Mientras tanto, 30.000 viviendas siguen vacías en la ciudad, esperando políticas que realmente las pongan en el mercado.