Los vecinos de Katanga exigen al gobierno de Inés Rey que paralice las obras que se están realizando en la zona
En la rueda de prensa que tuvo lugar ayer miércoles día 8 de mayo, miembros de la Plataforma das Casas de Franco exigieron a la alcaldesa que cumpla con el compromiso firmado y secunde con su voto favorable las mociones presentadas tanto por el PP como por el BNG. En ellas se pedía que si existía una alternativa al proyecto que actualmente genera enfrentamiento, se pararían las obras y se adaptarían a las peticiones de los vecinos.
La justificación del Gobierno local se basa en aumentar el espacio peatonal y mejorar la accesibilidad. Los vecinos explican cómo se incumplen estas dos premisas:
- Al retirar una franja de 3 metros de ancho desde la calle, se suprimen los aproximadamente 2,20 metros y otros 80 cm de la actual zona peatonal.
- Sobre la mejora de accesibilidad, explican que la cota 0 es la verdadera mejora de acceso para los residentes de la zona, muchos de ellos de edad avanzada y con problemas de movilidad.
- Aparte de estas dos cuestiones que aparecen en la justificación del Concello, no resulta de menor importancia la eliminación de un importante número de plazas de aparcamiento en una zona de A Coruña con muchas dificultades para estacionar.
Acusan al equipo de Inés Rey de mentir al esgrimir distintos argumentos para defender un proyecto que eleva la cota y complica la accesibilidad y movilidad de los vecinos de la zona, también conocida como Katanga.
La alcaldesa y sus representantes utilizaron hasta tres pretextos distintos:
- La impermeabilización. Cuestión que dejó de tener sentido en el momento en que se explicó que los materiales de impermeabilización tienen un grosor de escasos milímetros y que esa zona del aparcamiento subterráneo no está afectada por la humedad.
- El mantenimiento del arbolado. También se dejó de usar esta excusa en el momento en que se explicó la opción de elevar el sistema de arbolado con bancos y otros elementos ornamentales que mejorarían la accesibilidad y la estética.
- El soterramiento del tendido eléctrico. Actualmente es el argumento principal al que recurre el Ayuntamiento.
En esta última razón es en la que se centra el debate actual. Dos representantes de la plataforma vecinal realizaron una consulta presencial con las máximas autoridades provinciales en materia de industria y energía, el jefe territorial y el jefe de servicio de energía y minas. Estas dos autoridades les comunican que no se precisa el soterramiento de las conducciones eléctricas marcado por la norma con carácter general, siempre y cuando se adopten otras medidas de protección mecánica que garanticen la seguridad de las instalaciones con la correspondiente supervisión técnica.
Un recubrimiento con una chapa de acero de las nuevas conducciones eléctricas que pasan por encima del parking podría ser una alternativa perfectamente viable, prevista en el Reglamento electrotécnico para baja tensión (ITC-BT-07 art 2.1) y en las especificaciones particulares para instalaciones de distribución de baja tensión (NRZ002 3.1)
Por todo esto, solicitan que el Ayuntamiento comunique de manera urgente a Unión Fenosa Distribución su voluntad de proceder a una protección mecánica, y mientras tanto, se proceda a paralizar la obra. Compromiso adquirido en reunión con los vecinos y en la interpelación del último pleno realizada por el concejal popular José Ramón Amado.
Esta obra ya fue prorrogada en su plazo de ejecución, y saben que si se finaliza sin aplicar estos cambios solicitados, no se podrá revertir. Por estos motivos anuncian que seguirán con movilizaciones y protestas.
En definitiva, los vecinos solo piden que los proyectos y obras que les afectan se realicen atendiendo a sus necesidades y asegurando su bienestar. En este caso, el Concello ha actuado de espaldas a los intereses de unos ciudadanos que no se han resignado y están librando una valiente batalla contra el proyecto de Inés Rey.
¿A quién le parece normal que sean los vecinos los que tienen que velar por que las obras municipales se proyecten y ejecuten con las normas y el sentido común?
No pierden la esperanza, aunque como aseguraban ayer, “confiar, confiamos poco”.